21.8.11

EL RECOBRO DE LA VERDAD
DESDE EL SIGLO DIECISÉIS AL DIECIOCHO

Después de la Reforma llegamos al período comprendido entre el siglo dieciséis y el dieciocho. En 1524 surgieron en Alemania los anabaptistas, un grupo de creyentes que consideraban nulo el bautismo de infantes que se hacía por aspersión y, por ende, bautizaba a los creyentes adultos. Ellos seguían a los hermanos predecesores de Lhota, quienes predicaban que el creyente debe bautizarse después de creer. Antes, tanto la Iglesia Católica Romana como la Luterana bautizaban a los niños rociándoles agua. Los anabaptistas no sólo predicaban la verdad de la justificación por la fe, sino que avanzaron y bautizaban a los creyentes que habían sido justificados por la fe. Después de que la Iglesia Anglicana fue establecida en Inglaterra, los anabaptistas afirmaron que la iglesia no tenía nada que ver con la política, y por esta razón fueron perseguidos y exiliados.

Doce años después, en 1536 Dios levantó a Juan Calvino, quien fue uno de los vasos más útiles para Dios en esa era. Calvino fue perseguido en todas partes: primero en Suiza y luego en Alemania. Dondequiera que iba encontraba oposición y exilio, hasta que finalmente, en Escocia, tuvo un nuevo comienzo y allí estableció la Iglesia Presbiteriana de Escocia.

En Inglaterra, a finales del siglo dieciséis y principios del diecisiete, se formó la Iglesia Anglicana; éste fue el inicio de la iglesia estatal en ese país. Pese a que la Iglesia Anglicana se liberó de la influencia de la Iglesia Católica Romana, aun así se ligó a la política británica, por lo cual se levantaron disidentes en Inglaterra. Estos disidentes se opusieron a la religión estatal ya que no compartían las mismas opiniones; ellos procuraban lograr la separación entre la iglesia y el estado, y afirmaban que la iglesia no debería estar bajo el control del estado. Aunque denunciaban osadamente los errores de la iglesia estatal, ellos mismos no se apegaron plenamente a las enseñanzas del Nuevo Testamento.

Durante esa época Dios levantó en Alemania a Felipe Jacobo Spener, quien fue pastor en 1670 de la Iglesia Luterana en Frankfurt. Para entonces, la denominación Luterana se había convertido en una religión formal. Al leer la Biblia, Spener descubrió que la iglesia estaba llena de opiniones humanas, lo cual Dios desaprobaba. Spener vio que los creyentes deberían regresar a las enseñanzas del Nuevo Testamento y, por esta razón, guió a los creyentes a practicar 1 Corintios 14. En sus reuniones enseñaba a rechazar los ritos tradicionales y a seguir al Espíritu Santo. Lamentablemente, esta práctica no duró mucho tiempo.

En 1732 nació en Moravia el primer cuerpo de misioneros, los hermanos moravos. Ellos fueron el primer grupo de hermanos en salir por todo el mundo a evangelizar; el ochenta y cinco por ciento de ellos llegaron a ser misioneros que laboraban en el extranjero. El comienzo de los hermanos moravos se remonta a un hermano llamado Cristian David, quien fue regenerado a los veintidós años de edad. Antes de ser salvo, había viajado infructuosamente por todas partes buscando la verdad acerca de la salvación, pero un día halló el camino y fue salvo. Entonces, regresó a Moravia, su pueblo natal, donde empezó a proclamar esta verdad con denuedo. Dios hizo una gran obra por medio de él. A causa del avivamiento que surgió, fue perseguido y exiliado a Sajonia. Allí se encontró con el conde Zinzendorf, quien en aquel entonces sólo tenía veintidós años de edad y era miembro de la aristocracia de un pequeño reino. Debido a la persecución que había en Moravia, los hermanos huyeron de esa tierra y fueron recibidos por el hermano Zinzendorf en su territorio, donde empezaron la Iglesia Morava. Morando en las colinas de Sajonia, comenzaron a edificar una comunidad, a la cual gradualmente se unieron diferentes grupos de cristianos que huían de la persecución.

Entre los emigrantes llegó un negro de las Antillas llamado Antonio. Después de haber encontrado a los hermanos, les presentó la situación de las Antillas, y algunos de los hermanos sintieron la necesidad de ir allá a predicar el evangelio. Echaron suertes y escogieron a varios obreros para que fueran con Antonio en una misión evangelística; ellos constituyeron la primera labor misionera en el extranjero, alrededor de 1732. De ahí en adelante, salieron muchos misioneros de entre ellos, y la Iglesia Morava llegó a ser el cuerpo más sólido de misioneros en ese entonces. Sus miembros se esparcieron a todos los rincones del mundo.

Al mismo tiempo, el Señor había levantado un grupo de personas espirituales dentro de la Iglesia Católica. El más destacado entre ellos fue Miguel de Molinos (1640-1697). El escribió un libro llamado La guía espiritual, en el que enseña que uno debe negarse a sí mismo y morir con el Señor; este libro influyó en muchos durante esa época. Uno de sus contemporáneos fue la señora Guyón (1648-1717), quien conoció aún más profundamente las experiencias de negar el yo y unirse a la voluntad del Señor; su autobiografía tiene un gran contenido espiritual. Además, el padre Fenelón, un obispo de esa época, estuvo dispuesto a sufrir por el Señor y laboró juntamente con la señora Guyón. Por medio de todos ellos, Dios comunicó muchos mensajes espirituales. En ese entonces las personas que tenían experiencias espirituales profundas se encontraban en la Iglesia Católica, ya que el protestantismo solamente prestaba atención a la doctrina de la justificación por la fe.

A la par de estos tres vivió Gottfried Arnold, quien escribió muchos libros en cuanto a la iglesia. El llegó a la conclusión que la iglesia se había desviado de la verdad y debía regresar a lo revelado en el Nuevo Testamento para ser edificada. Aquí podemos ver dos corrientes: la de los creyentes como Molinos, Guyón y Fenelón; y la de los creyentes representados por Arnold. En nuestra revista El testimonio actual, publicamos el artículo La corriente del Espíritu, escrito por la señora Guyón. Por medio de sus escritos podemos ver que ella verdaderamente era una persona espiritual. En cuanto a Arnold, él mayormente recobró asuntos más externos, pues propuso que los cristianos regresasen a lo que está escrito en el Nuevo Testamento.

Estas dos corrientes se unieron en 1700 cuando nació la iglesia “en Filadelfia”, que significa “amor fraternal”. En ese tiempo, al leerse los capítulos dos y tres de Apocalipsis, se comprendió que el protestantismo realmente había salido del catolicismo; sin embargo, como resultado llegó a ser sólo la iglesia en Sardis, por lo cual no hubo un recobro completo.

A diferencia de otras organizaciones, ellos no llamaban a las personas a salir de los grupos religiosos en donde estaban ni insistían en que salieran de sus denominaciones; sencillamente se reunían por todas partes. Desde el año 1670 en adelante, las reuniones de ellos surgieron una tras otra, y su testimonio se manifestó en Inglaterra, en lugares tales como Leeds y Bradford. Ellos llegaron a ser los testigos más fieles del siglo dieciocho. Aunque Zinzendorf trató de absorberlos en la Iglesia Morava, no lo logró.

A principios del siglo dieciocho hubo un gran avivamiento en Inglaterra. En 1729 Dios levantó a los dos hermanos Wesley, y por medio de ellos trajo un enorme avivamiento, el cual fue el comienzo de la Iglesia Metodista. Los hermanos Wesley, a quienes llamaban metodistas, fueron las figuras clave del siglo dieciocho. Antes de ser salvo Juan Wesley se esforzaba por ser bueno, y aunque no era salvo, se fue a los Estados Unidos como misionero. El testificaba que, pese a haber escuchado la verdad de la justificación por la fe, nunca pudo comprenderla. Más tarde un hermano moravo lo ayudó diciéndole: “Sólo predica la justificación por la fe hasta que tú mismo estés seguro de que has sido justificado por la fe”. Al poco tiempo fue salvo. Después de recibir la salvación, los dos hermanos inmediatamente empezaron a predicar este mensaje por todas partes. En aquel entonces no se permitía predicar el evangelio al aire libre; sólo se podía predicar dentro del santuario porque se pensaba que la Palabra santa debía proclamarse solamente en un lugar santo. No obstante, estos dos hermanos, junto con Jorge Whitefield, empezaron a tener reuniones al aire libre y así trajeron muchas personas al Señor. El tema principal de los mensajes de Juan Wesley era la doctrina de la santificación. Con él empezó la enseñanza de la erradicación del pecado, aunque también enseñó que la santificación venía por la fe.

El movimiento misionero al extranjero comenzó después de la muerte de Wesley, y la primera organización que se estableció fue la “Sociedad Misionera de Londres”. Aunque esta institución empezó sin ninguna afiliación denominacional, más tarde quedó bajo la directiva de los congregacionalistas. En 1799 la Iglesia Anglicana formó la Sociedad Misionera Eclesiástica (C.M.S.). Los metodistas también agrandaron el campo de su organización misionera, y formaron la presente Sociedad Misionera Metodista.

En conclusión, las reformas del siglo dieciséis tuvieron gran difusión mientras que las del siglo dieciocho no. Las reformas del siglo dieciséis afectaron al mundo no sólo espiritualmente, sino también política y socialmente; las del siglo dieciocho mayormente ejercieron una influencia espiritual. El movimiento más notable del siglo dieciocho fue el testimonio de la iglesia en “Filadelfia”, ya que ellos asimilaron lo que había sido recobrado anteriormente y retuvieron todas las verdades principales.